Nuevo México ha perdido a un gran defensor de la ética, la educación, las personas mayores, los inmigrantes, los niños y las personas de bajos ingresos en todo Nuevo México. La compasión era un sello distintivo de... El representante J. Paul Taylor, quien una vez dijo sobre su incansable defensa de los niños, los adultos mayores y los de bajos ingresos: "Si estás buscando a un liberal de corazón sangrante, eso es lo que soy".

Pero J. Paul era mucho más que eso. Era un servidor público consumado, siempre un caballero que escuchaba con respeto y trataba a la gente común, padres, adolescentes, a quien fuera, como si fueran los más importantes de la sala. Durante años, sus colegas legisladores lo llamaron la "conciencia de la legislatura".

Hace más de una década, cedió su histórica casa en Mesilla, con sus tesoros, textiles y arte, al estado. Su amor por la cultura de Nuevo México lo impulsó a abogar por un Departamento de Servicios Culturales, museos en Nuevo México y mucho más.

Descanse en paz, John Paul Taylor. No habrá nadie como tú pronto.