Donald Trump sabía que había perdido las elecciones de 2020, pero no quería abandonar la Casa Blanca y admitir públicamente su derrota, así que mintió. Mintió y trató repetidamente de obligar al Departamento de Justicia de Estados Unidos a respaldar esas mentiras y “dejarle el resto a él”. Estaba pidiendo a los altos funcionarios del Departamento de Justicia que había escogido personalmente que participaran en una conspiración criminal orquestada por Trump y sus secuaces que, en esencia, no era nada menos que un golpe de Estado para tomar el poder ilegalmente y anular la voluntad y el voto del pueblo estadounidense.

El primer fiscal general, William Barr, se negó a hacerlo, y Barr, por supuesto, es el hombre que se sentó a leer y desvirtuó el Informe Mueller para proteger al entonces presidente Trump. El sustituto de Barr y otros altos funcionarios del Departamento de Justicia designados por Trump también se negaron a violar sus juramentos de cargo y la Constitución de los Estados Unidos al ayudar e instigar el complot de Trump. Cuando esos altos funcionarios del Departamento de Justicia se negaron a mentir sobre las elecciones, el entonces presidente Trump amenazó con nombrar como fiscal general interino a un abogado ambientalista no calificado –Jeffrey Clark– dispuesto a seguir sus órdenes de mentir sobre las elecciones y participar en su conspiración criminal.

El testimonio de hoy reveló que solo la amenaza de una renuncia masiva por parte de altos funcionarios del Departamento de Justicia, si Clark era nombrado Fiscal General interino, impidió que el ex Presidente nombrara al abogado no calificado para el puesto.

También nos enteramos hoy que a principios de esta semana, investigadores federales organizaron una redada antes del amanecer para registrar la casa de Jeffrey Clark como parte de su investigación sobre los esfuerzos coordinados de la Casa Blanca de Trump para revocar las elecciones de 2020.

Hoy también se verificaron los informes que varios miembros republicanos del Congreso pidieron indultos preventivos a Trump antes de que dejara el cargo, para protegerse de un posible procesamiento por su papel en el intento de subvertir las elecciones.

El pueblo estadounidense merece la verdad sobre los atentados del 6 de enero.^El El Comité Selecto está dando a conocer esa verdad. El pueblo estadounidense también merece justicia por ese día terrible en la historia de nuestra nación, un día en el que la democracia casi cayó ante un intento de golpe de Estado. Confiamos en que la justicia llegará. Y, en última instancia, necesitamos leyes vigentes para protegernos contra esto. de ¿Alguna vez volverá a suceder?, incluidas disposiciones de la Ley de Protección de Nuestra Democracia (que ya fue aprobada por la Cámara de Representantes) que aislarían al Departamento de Justicia de la interferencia política y proporcionarían supervisión para detectarla.