Un punto a favor del pueblo. La Cámara de Representantes aprobó la Ley para el Pueblo a pesar de la dura oposición de los grupos de presión corporativos y los intereses especiales de K Street. La legislación es verdaderamente para el pueblo, ya que reúne un conjunto integral de reformas democráticas que se debían haber implementado hace mucho tiempo en un momento en que las normas democráticas están bajo asedio en nuestra nación. Muchas de las reformas incluidas en la HR 1 son reformas probadas que están funcionando a nivel estatal y local con apoyo bipartidista para restablecer el estado de derecho, dar poder a las voces de todos los estadounidenses, frenar la manipulación partidaria abusiva de los distritos electorales y fortalecer el derecho al voto de todos los estadounidenses elegibles.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata por California), y el representante John Sarbanes (demócrata por Maryland) merecen elogios por haber elaborado y guiado esta notable pieza legislativa hasta su aprobación unánime por parte del bloque demócrata de la Cámara de Representantes. Sin embargo, es preocupante que ningún republicano haya votado a favor de la legislación. Una democracia más fuerte nunca debería ser una cuestión partidista.

Estas reformas en pro de la democracia no son quimeras, son soluciones probadas y que han demostrado su eficacia en estados, ciudades y pueblos de todo el país. Sabemos que estas soluciones funcionan porque las hemos visto funcionar. Es hora de ponerlas en práctica a nivel nacional.

Los estadounidenses exigen cambios y la Cámara de Representantes de Estados Unidos está escuchando y actuando. En una medida que K Street aplaude en secreto, el líder de la mayoría, Mitch McConnell (republicano por Kentucky), ha amenazado con negarle a esta legislación una votación en el Senado. Los estadounidenses quieren y merecen reformas pro democracia y, con la proximidad de una elección, están observando de cerca al senador McConnell y a sus colegas.