Durante casi 35 años, Causa Común ha luchado por una ética más sólida en todos los niveles de gobierno. Creemos que es fundamental que los ciudadanos confíen en el comportamiento ético de sus funcionarios electos. Cuando las personas confían en los políticos que las representan, es más probable que confíen en su gobierno y participen más en la democracia.

Una de las responsabilidades más importantes de nuestros congresistas electos es la de autocontrolarse. Pero ahora estamos viendo esfuerzos de los líderes del Congreso por establecer reglas para el Congreso entrante que permitan a los funcionarios electos evitar el escrutinio público de su comportamiento.

Algunos de los cambios reportados son tan atroces como restringir una regla que dice que la conducta de un miembro debe reflejarse de manera creíble en la Cámara, hasta permitir que un Comité de Ética estancado desestime una queja ética.

¿Por qué se producirían estos cambios?

En resumen, creemos que el liderazgo republicano está tomando represalias contra un Comité de Ética de la Cámara de Representantes que amonestó tres veces a su líder de la mayoría de la Cámara: una por las tácticas coercitivas empleadas para intentar persuadir a un colega a votar a favor de la ley de Medicare, otra por aparentemente vincular donaciones políticas con la legislación y otra por utilizar una agencia federal con fines políticos. El liderazgo republicano parece estar tomando medidas drásticas contra un sistema que se les ha escapado de las manos.

No hay mejor ejemplo que el representante Tom DeLay (republicano por Texas) de por qué un líder en medio de una investigación ética debe dimitir, como Common Cause le ha pedido. El representante DeLay o sus aliados parecen estar involucrados en la modificación de estas normas para proteger a DeLay, socavando la labor del Comité de Ética.

El mensaje al público estadounidense es inequívocamente claro: el Congreso está más interesado en proteger a los suyos que en rendir cuentas a los ciudadanos a los que sirve. Ya no podemos referirnos a este organismo como "la Casa del Pueblo" con seriedad mientras se mantenga al margen del escrutinio público en materia ética.

Common Cause llama hoy a todos los republicanos de la Cámara a votar en contra de estos cambios de reglas.

También hacemos un llamado a los demócratas de la Cámara no solo para que voten en contra, sino también para que se manifiesten en contra. El silencio de los miembros sobre esta votación los hará cómplices de quienes quieren cambiar las reglas.