La gente organizada obtuvo hoy una gran victoria sobre el dinero organizado cuando el Presidente Obama anunció que rechaza el propuesto oleoducto Keystone XL.

Un análisis de Maplight, un sitio web que rastrea las relaciones entre el gasto político y la formulación de políticas, mostró que los intereses del petróleo y el gas dieron un promedio de 10 veces más dinero a los senadores que votaron para aprobar el oleoducto que a sus oponentes.[1]

En el Congreso, el dinero rindió frutos, superando las legítimas preocupaciones ambientales sobre el oleoducto planteadas por un grupo decidido de activistas; las mayorías tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado ignoraron esos argumentos y respaldaron repetidamente el oleoducto. La acción del presidente Obama de hoy es un triunfo para quienes se negaron a permitir que sus voces fueran acalladas, una prueba de que los ciudadanos movilizados y organizados, armados con hechos, todavía pueden marcar una diferencia.

Sin embargo, la triste realidad es que victorias como ésta son demasiado raras y que el discurso pagado de las corporaciones, los grupos comerciales y otros intereses especiales acallan regularmente las voces de cualquiera que se interponga en su camino. El presidente Obama podría dar un gran paso hacia el cambio emitiendo una orden ejecutiva que exija a los contratistas del gobierno que revelen sus gastos políticos. Dígale que actúe hoy mismo.

[1] http://maplight.org/content/oil-and-gas-industry-gave-10-times-more-money-to-senators-voting-for-keystone-xl