En Carolina del Norte, periodistas han revelado evidencia de un posible fraude electoral cometido por agentes que trabajan para una empresa consultora contratada por el candidato republicano Mark Harris en el noveno distrito del Congreso.

Lo que está en juego son los informes de que estos agentes políticos pagados en los condados de Bladen y Robeson recogieron papeletas de voto en ausencia de los votantes. Eso es ilegal. Según la ley de Carolina del Norte, sólo el votante o un pariente cercano del votante puede presentar una papeleta de voto en ausencia completada a la junta electoral del condado.

Las solicitudes de voto en ausencia de los residentes de estos dos condados fueron inusualmente altas y la tasa de devolución de esas mismas papeletas fue muy baja. En conjunto, estos dos condados se destacan por la cantidad de votantes que solicitaron papeletas y nunca votaron. La discrepancia puede haber afectado el resultado de esta elección al Congreso porque, según The New York Times, el demócrata Dan McCready obtuvo “un promedio de 30 puntos mejor en los votos en ausencia enviados por correo que en los votos emitidos en persona”.

Los “resultados” de las elecciones fueron ajustados: Harris aventajó a McCready por apenas 905 votos. Si los agentes que trabajaban para la empresa contratada por Harris manipularon, alteraron o destruyeron las papeletas de voto por correo, es posible que eso haya afectado directamente a los resultados de las elecciones.

Además de las acusaciones de fraude electoral en el noveno distrito, nuevos informes sugieren que los funcionarios electorales del condado de Bladen revelaron incorrectamente los totales de votos anticipados antes del día de las elecciones, y que esos totales podrían haber sido vistos por personas no autorizadas. Si los totales de votos anticipados llegaron a una campaña, podrían darle a un bando una ventaja injusta y afectar la forma en que una campaña gasta sus recursos antes del día de las elecciones, lo que influiría en el resultado de la contienda.

La Junta Electoral de Carolina del Norte está investigando actualmente estas acusaciones de fraude electoral, sumamente preocupantes. Y es posible que sea necesario convocar nuevas elecciones para garantizar la confianza de los ciudadanos en la integridad de los resultados.

Cuando uno asume la responsabilidad de cumplir con su deber cívico y vota, quiere que su voto cuente. Ninguna empresa de consultoría de campañas debería determinar qué voto cuenta para el resultado de una elección. Necesitamos fortalecer nuestra democracia para que se escuchen todas las voces.

Los ojos de la nación están puestos en Carolina del Norte, y el estado debe hacer todo lo necesario para proteger los derechos de todos los votantes.

Esté atento a este espacio y al canal de Twitter de Common Cause North Carolina (@CommonCauseNC) para obtener más información sobre esta historia en curso.