El estado más pequeño de Estados Unidos dio un gran ejemplo al país el martes.

La legislatura de Rhode Island acordó una reforma innovadora, aunque decididamente poco convencional, que protegerá la integridad de las elecciones estatales y asegurará a los votantes que sus votos se contabilizarán como emitidos.

La Cámara de Representantes del estado oceánico dio su aprobación final a un proyecto de ley que implementará auditorías de “limitación de riesgos” después de cada elección. Las auditorías permitirán a los funcionarios comparar las papeletas de votación completadas por los votantes con los totales de votos informados la noche de las elecciones. Las revisiones garantizarán que los candidatos que parecen haber ganado sean de hecho los que recibieron la mayor cantidad de votos.

“Rhode Island se adelantó a la competencia cuando empezamos a utilizar papeletas de votación en 1998”, afirmó John Marion, director ejecutivo de Common Cause Rhode Island. “Con esta legislación, nos mantenemos a la vanguardia al adoptar el tipo más avanzado de auditorías postelectorales que existe”.

La gobernadora Gina Raimondo, demócrata, ha apoyado las nuevas auditorías y se espera que firme la legislación pronto. Mientras que otros 31 estados tienen disposiciones de auditoría de votos en sus leyes electorales, Rhode Island se convertirá en el segundo estado en implementar las auditorías de limitación de riesgos; que se consideran el estándar de oro para verificar y confirmar los resultados electorales.

La acción constructiva de Rhode Island para contrarrestar las amenazas electorales planteadas por saboteadores cibernéticos como los que Rusia aparentemente desató el año pasado contrasta con los intentos de la administración Trump de alarmar al público con afirmaciones infundadas de que miles de no ciudadanos votaron en la carrera presidencial.

En lugar de ofrecer ayuda a los estados para proteger sus bases de datos de registro de votantes y equipos de votación contra intrusiones cibernéticas, la administración ha creado una comisión de “fraude electoral” manipulada para reforzar su campaña a favor de restricciones a la identificación de votantes, recortes en los horarios y lugares de votación y otras medidas para reducir la participación electoral.

“Los estadounidenses esperan y merecen unas elecciones limpias, y a raíz de los ataques rusos a nuestra infraestructura electoral durante las elecciones de 2016, es de vital importancia que otros estados sigan el ejemplo de Rhode Island”, dijo Susannah Goodman, directora de integridad electoral de Common Cause. “La cantidad de amenazas potenciales a nuestras elecciones y su nivel de sofisticación está aumentando, por lo que es aún más importante realizar auditorías que limiten los riesgos para salvaguardar la integridad de nuestras elecciones”.

Se espera que las nuevas auditorías en Rhode Island comiencen el próximo año. Los funcionarios estatales tomaron medidas para implementarlas después de descubrir errores administrativos que resultaron en recuentos incorrectos en las máquinas en dos comunidades durante las elecciones de noviembre de 2016. Los escáneres utilizados para el recuento fueron reprogramados.

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