La próxima vez que alguien le diga que nada en la política estadounidense supera el poder del gran dinero, pregúntele si alguna vez ha oído hablar de Alexandria Ocasio-Cortez.

Ocasio-Cortez, una novata política de 28 años del Bronx, derrotó el martes al representante Joe Crowley, un pilar del establishment del Partido Demócrata que llevaba 10 mandatos y que era visto por otros líderes del partido como un potencial presidente de la Cámara de Representantes.

Ocasio-Cortez ganó cómodamente después de una campaña primaria basada en su decidido esfuerzo por construir una conexión personal con su distrito de clase trabajadora y mayoría minoritaria e impulsada por el apoyo de donantes de pequeñas cantidades; casi el 70 por ciento del dinero de su campaña provino de contribuciones individuales de menos de $200, informó The New York Times.

Resumió su improbable campaña en un video biográfico que nunca mencionó a Crowley, pero en el que afirmó que un congresista "que no envía a sus hijos a nuestras escuelas, no bebe nuestra agua ni respira nuestro aire, no puede representarnos". El mensaje, y su defensa de posturas progresistas, incluyendo Medicare para todos, resonó claramente en el distrito del Bronx/Queens.

La victoria de Ocasio-Cortez fue la primera derrota este año de un titular demócrata de la Cámara de Representantes; rápidamente fue comparada con un trastorno republicano similar en 2014, cuando el entonces líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Eric Cantor, perdió su escaño en el centro de Virginia ante su compañero republicano Dave Brat.

Ocasio-Cortez y Brat son filosóficamente muy diferentes. Ella se describe como socialista demócrata; él surgió del Tea Party. Pero ambos se enfrentaron a un veterano titular que había perdido el contacto con sus electores más fieles: demócratas urbanos y progresistas en el caso de Crowley, y republicanos conservadores suburbanos y rurales en el de Cantor. Ambos se presentaron como insurgentes antisistema, construyendo sus mayorías con la ayuda de activistas de base y pequeñas contribuciones, en lugar de depender de donantes tradicionales y corporativos.

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