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Ciudadanos y Congreso deben apoyar la investigación de Mueller
La improbable intercesión del abogado de la Casa Blanca, Don McGahn, aparentemente impidió que el presidente Trump despidiera a Robert Mueller el verano pasado; ahora es el momento de que los ciudadanos y los miembros del Congreso actúen para asegurarse de que Trump no lo intente de nuevo.
Varios medios de comunicación informan hoy que Trump emitió una orden de despedir a Mueller en junio, unas semanas después de que el ex director del FBI se hiciera cargo de la investigación del Departamento de Justicia sobre la posible colusión de la campaña de Trump en los esfuerzos rusos para influir en las elecciones de 2016.
Según se informa, Trump dio marcha atrás después de que McGahn amenazara con dimitir en lugar de ejecutar la orden de despido.
Desde entonces, la investigación de Mueller no ha hecho más que acercarse al presidente. El exdirector de campaña de Trump está acusado; su exasesor de seguridad nacional se ha declarado culpable y está cooperando con los fiscales; la Casa Blanca ha reconocido que los investigadores han entrevistado a más de 20 miembros del personal de Trump. Y, según se informa, Mueller está negociando una entrevista con el propio Trump.
El presidente tiene claramente muchos motivos para preocuparse de que Mueller lo tenga en la mira. Y, tras haber estado a punto de despedir a Mueller una vez, hay motivos para que vuelva a atacar.
Por lo tanto, el Congreso debe actuar –ahora– sobre un par de proyectos de ley que aislarían la investigación del fiscal especial. Los patrocinadores de esa legislación, los senadores Richard Blumenthal, demócrata por Connecticut; Cory Booker, demócrata por Nueva Jersey; Chris Coons, demócrata por Delaware; Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur; Thom Tillis, republicano por Carolina del Norte; y Sheldon Whitehouse, demócrata por Rhode Island, se mostraron firmes cuando se presentaron los proyectos de ley el verano pasado, pero no han hecho ningún progreso aparente en la resolución de diferencias menores entre ellos.
Eso debe cambiar. Nuestro gobierno se basa en el principio de que nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley. De nosotros depende que ese principio se cumpla.
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