Declaración del presidente de Common Cause, Miles Rapoport

La muerte del juez Scalia dejó al Presidente y al Senado con el deber constitucional de nominar y confirmar a un sucesor y restablecer la totalidad de la Corte. Con la nominación del juez Merrick Garland, el Presidente Obama ha hecho su trabajo; esperamos que el Senado haga su trabajo revisando de manera justa el historial y las calificaciones del juez Garland y votando con prontitud su nominación.

El juez Garland tiene experiencia como fiscal federal, funcionario de alto rango del Departamento de Justicia y, durante los últimos 19 años, como juez federal de circuito. Senadores de ambos partidos se reunieron con él y lo examinaron, y una mayoría de tres cuartas partes votó a favor de su confirmación.

Ahora, el liderazgo obstruccionista del senador McConnell significa que el Senado se niega a hacer su trabajo y a darle al candidato del presidente una audiencia justa y una votación justa. Los senadores que se niegan a considerar al candidato del presidente le están fallando al pueblo estadounidense. Son obstáculos para el progreso y no solo están despreciando al juez y al presidente, sino que están eludiendo su deber jurado de "apoyar y defender la Constitución" y "cumplir fielmente con los deberes" de sus cargos. Si los empleados no hacen su trabajo, los despiden. Common Cause dice inequívocamente: Senado, ¡hagan su trabajo!

Han pasado 32 días desde la muerte del juez Scalia y al presidente Obama le quedan 311 días en el cargo. En una situación similar, pero con los partidos invertidos, una mayoría demócrata en el Senado confirmó al juez Anthony Kennedy en 1988, 84 días después de que el presidente Reagan anunciara su nominación. La votación fue de 97 a 0.

Más de 35.000 estadounidenses han visitado senadohaztutrabajo.org para conocer la posición de sus senadores y exigir que el Senado haga su trabajo.

Reloj de cuenta regresiva Garland-Kennedy

Han pasado casi dos semanas desde que el Presidente hizo su trabajo al nominar al juez Garland; dos semanas desperdiciadas mientras el Senador McConnell juega políticamente con la Constitución y el tribunal más alto de nuestra nación.