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Pocas figuras políticas han influido de forma tan destructiva en la política migratoria estadounidense como Stephen Miller. Durante el primer mandato de Donald Trump, Miller se desempeñó como asesor principal y redactor de discursos. Ahora, de regreso como subjefe de gabinete de Trump, sigue desempeñando un papel fundamental entre bastidores.
Desde simpatías por el nacionalismo blanco hasta tácticas de crueldad como política, el historial de Miller es una hoja de ruta del extremismo ideológico. Si no conoce su confusa historia, esto es lo que necesita saber:
1. Arquitecto de la separación familiar
Miller fue el principal artífice de la política migratoria de “tolerancia cero” de la administración Trump, que condujo a la separación forzada de miles de niños de sus padres en la frontera sur. Según Vanity Fair"A Stephen le encanta ver esas fotos en la frontera". ¿Qué opina de la política? La calificó de "decisión sencilla".
Incluso ahora, cientos de niños permanecen separados de sus familias. Esta política fue condenada por las Naciones Unidas y numerosas organizaciones de derechos humanos como cruel, innecesaria y una violación del derecho internacional.
2. Lazos con el nacionalismo blanco
Durante el primer mandato de Trump, correos electrónicos filtrados reveló que Miller compartía frecuentemente puntos de discusión y publicaciones nacionalistas blancos, incluido contenido de VDARE y el Campamento de los Santos, una novela notoriamente racista y antiinmigrante adoptada por extremistas de extrema derecha.
El Centro Legal para la Pobreza del Sur characterized Miller’s communications as “open white nationalism.” Over 100 members of Congress called for his resignation; however, Trump stood behind him along with many of the GOP.
3. Una carrera basada en la intolerancia
Antes de llegar a la Casa Blanca, Miller trabajó con el senador Jeff Sessions, ayudando a elaborar políticas destinadas a reducir los derechos civiles, debilitar las protecciones electorales y atacar a las comunidades marginadas. Su trabajo en el gobierno se ha centrado constantemente en las personas de color, los inmigrantes y la comunidad LGBTQ+ estadounidense.
En 2023, el grupo legal de Miller, America First Legal, presentó una denuncia acusando a Kellogg's de “politizar y sexualizar sus productosSimplemente por lanzar una caja de Pop-Tarts con temática del Orgullo y mostrar la imagen de RuPaul en Cheez-Its. Ese es el tipo de indignación artificial que Miller usa para impulsar su agenda de extrema derecha. Su retórica alimenta directamente la discriminación y la violencia contra grupos ya vulnerables.
4. Conflictos éticos con grupos antiinmigratorios
During his first term in the White House, Miller routinely collaborated with anti-immigration hate groups like the Federation for American Immigration Reform (FAIR) and the Center for Immigration Studies (CIS), both of which have deep ties to white nationalist ideologies.
Miller elevated their ideas into national policy, blurring the line between governance and extremist ideology, resulting in sweeping deportations and a normalization of xenophobia at the highest levels of government.
5. Long History of Harmful Rhetoric
El tono incendiario de Miller no es nuevo; se remonta a sus días en la Universidad de Duke, donde escribió columnas de derecha atacando la diversidad, la tolerancia y el liberalismo. En un artículoSe burló de los esfuerzos de Duke por lograr la inclusión y calificó el clima de la escuela como una "deficiencia vergonzosa".
Ese mismo estilo combativo se trasladó a su trabajo para Trump, contribuyendo a moldear discursos y políticas que agudizaron las divisiones raciales y culturales. Su influencia no se limita a la política, sino que transforma con veneno el debate nacional.
Stephen Miller is a central figure in shaping the Trump Administration’s agenda. From enabling state violence against immigrant families to promoting white nationalist rhetoric in government, his career is a warning of what happens when bigotry gains institutional power.
Petición
Stephen Miller está fuera de control y el Congreso no puede darle un cheque en blanco para pisotear nuestros derechos.
Nuestros legisladores deben defender la justicia, las familias inmigrantes y el estado de derecho. Exigimos una investigación completa del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes sobre el abuso de poder de Miller.
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