“Mi contador me llamó y me dijo: ‘Te van a matar con este proyecto de ley’”, habría dicho el presidente Trump a un grupo de senadores demócratas esta semana mientras los presionaba para que apoyaran la propuesta de “reforma” fiscal de su administración.

Sería bueno si pudiéramos probar esa afirmación (el historial del presidente en materia de veracidad no es tan bueno, francamente), pero para hacerlo necesitamos revisar sus declaraciones de impuestos.

Por eso hoy, Common Cause pide al Congreso que retrase cualquier votación sobre el plan fiscal del presidente hasta que éste publique sus declaraciones de impuestos.

Los legisladores y el pueblo estadounidense necesitan saber cuánto pueden ganar el presidente y su vasto imperio empresarial con esta supuesta reforma. La mayoría de los analistas que han analizado la propuesta coinciden en que el plan impondría una mayor carga impositiva a los estadounidenses de clase media y trabajadora y engordaría las cuentas bancarias de los más ricos. El presidente Trump sin duda entra en esta última categoría, por supuesto.

Common Cause y muchas otras personas intentaron el año pasado persuadir al candidato Trump para que hiciera públicas sus declaraciones de impuestos. Pensamos que debería seguir el ejemplo de todos los candidatos presidenciales desde los años 70 y dar a los votantes un panorama completo de sus finanzas. Seguimos pensando lo mismo.

Pero Trump dijo que no. Durante meses les dijo a los votantes que haría públicas sus declaraciones una vez que el IRS completara una auditoría de rutina de sus propiedades en lugares remotos. Luego, después de su elección, declaró que sus declaraciones no eran asunto de nadie más y que nunca se harían públicas.

La postura del presidente revela una arrogancia indigna de su cargo y una falta de respeto por la gente a la que sirve. Él y su familia se están beneficiando generosamente de su cargo; durante un discurso ante legisladores surcoreanos el martes, el presidente incluso hizo publicidad de uno de sus campos de golf.

Entonces, señor presidente, ¿cuánto desea usted este plan fiscal? Ya es hora de que sea sincero con los estadounidenses sobre sus finanzas y sobre lo que ganará si el Congreso aprueba su proyecto de ley.

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